Me había quedado sin laburo hacía un tiempo.
Las cosas con mi jermu en casa estaban mal, ella todo el día gritaba: - Andá a laburar trae guita, no tenemos ni pa darle de comer a lo pibe.
Salía cada mañana a buscar laburo, aunque sea una changuita, en lo que sea, pero volvía a la noche sin un mango y eso la ponia mas loca a ella. Empecé a darle al escabio, pa sanar mis penas.
La cosa se pudrió del todo, el día que la vi a mi jermu bajando del fierro de un chabon. El tipo arranco y se fue enchastrandome toda la pilcha con el barro que salpico cuando arranco.
-Quien es ese tipo? Le pregunte.
Ella me respondió, que ese tipo como yo lo llamo, le estaba dando una mano pa pagar las cuentas y darle un plato de morfi a nuestros hijos.
En un arranque me baje una damajuana de vino tinto, que le afané a Manolo del almacén.
En pedo me arrastré hasta casa pa terminar con esta vida, sin dignidad que le estaba dando a mi flia.
Ella no estaba, seguramente se había ido con algún tipo a hacer el mango. Desesperado, mientras mis hijos dormían. Agarré la cuchilla y los maté, después me degollé yo. Pa que seguir viviendo, pa que hacer sufrir a lo pibe. Yo tenía la culpa.
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