...Y así, sin darnos cuenta ,el destino nos reencontró: a Rosita, Blanca y a mí, a la que llamaban Ceniza, porque fumaba como un escuerzo.
Despues de cuarenta años, recordábamos nuestras andanzas еn la secundaria.
Saboreábamos el café con una rica torta de manzana. Blanca, es ahora presidenta de una empresa de exportación, y despues que su madrastra la trató de envenenar con una podrida, no prueba nada que se relacione al producto.
Nos reíamos a carcajadas, cuando descubrimos que las tres, estuvimos enamoradas del mismo profesor de Historia, al que apodábamos: "príncipe azul". Era buenmozo y simpático. Por lo visto buscamos cada una el suyo, pero no lo logramos.
Blanca llegó a tener siete novios, pero uno era peor que el otro y no se casó con ninguno. Rosita, buscó siempre a su lobo feroz , que aunque muchos andaban sueltos, ni uno la dejó satisfecha. Mi destino fue un poco mejor, me casé con un hombre de buena posición, pero mis hermanastras, por envidia, me hicieron la vida imposible, y tuve que irme a otra ciudad, para que me dejen en paz.
Lo que nos igualaba, es que ninguna de las tres tuvo hijos, la vida nos agitó con el deseo continuo de estar lindas y jóvenes, para satisfacer a nuestras parejas.
Fue una tarde inolvidable, intercambiamos numeros de celulares y direcciones de emails. Nos prometimos que este encuentro no sería el último, por el éxito del mismo.
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