Mientras preparaba la cena, Alicia miraba la hora. Ya tiene que llegar, pensó. Siempre fue puntual. Durante sus dieciocho años de casados, nunca falló. Aquella rutina la tenía cansada. Más de una vez, pasó por su mente el deseo de abandonarlo todo e irse. Pero ¿a dónde?, no tenía oficio, no tenía dinero, además, en un rincón del corazón, todavía lo quería. Ella también ya se había transformado en una autómata. Todo debía funcionar como un reloj...
Sonó el timbre. ¿Se adelantó con media hora? ¿o se olvidó las llaves?
Secó sus manos mojadas, se dirigió a la puerta de entrada, delineando una sonrisa en sus labios, y...
_ Buenas tardes, ¿está su marido en casa?
_ No todavía no llegó, ¿quién es ud?
_ Me llamo Luis Contreras, necesito hablar con él ¿ puedo pasar?
_ Si, con mucho gusto, póngase cómodo. Ya está por llegar. ¿Le sirvo un whisky?
_ Gracias, me encantaría
_ ¿Con hielo?
_ Whisky solo.
Vestía con elegancia, traje azul, camisa blanca y corbata haciendo juego. Llevaba un maletín negro, que apoyó sobre su regazo. Tenía un semblante acogedor, aunque parecía tener un mero nerviosismo. Con su mirada, analizó con precisión, los muebles de la sala.
_ Discúlpeme, lo dejaré unos instantes. Prepararé la mesa, antes que llegue mi esposo.
_ No se moleste por mí, siéntase cómoda.
El ruido de llaves irrumpió el silencio. Alicia corrió a abrazarlo y besar su boca
_ ¡Hola mi amor! Mirá quien llegó, el Sr. Luis Contreras te está esperando.
_ ¿Nos conocemos?
_ Bueno, no formalmente. Pero he venido a terminar cuentas pendientes.
¡Se teminó, crápula! ¡Lo sé todo! Encontré tu nombre en el celular de mi mujer. Hasta sé cuántas veces por semana uds. se encuentran...y qué hacen.
Lo tengo todo grabado.
_ Pero, aquí hay una equivocación. Ud me confunde con otra persona.
_ Mire , señor Conrtreras, irrumpió Alicia, mi marido es el de los que van, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Siempre fué así en los dieciocho años , que estamos casados...
_ Sí, el equivocado soy yo, que me casé con una puta. Pero a mí de cornudo ¡NADA!
Sacó el revólver que tenía escondido en su pantalón y disparó. Tres tiros...
¡Hasta la vista, Martín Rodrigo! ¡Contale a otro lo puntual que sos!
Al instante se desplomó. Alicia exaló un grito de espanto y de dolor
_ ¡NOOOOOOO!!!!¡Qué ha hecho!¡ Él siempre me fué fiel !
Tuvo un comportamiento intachable, ¡¿porqué?!
_ Ha sido engañada señora, es ud también una cornuda, llegó la hora que lo sepa...Fuímos cómplices de un sueño ingenuo...
_ ¿Pero, cómo lo ha llamado?
_ Martín Rodrigo. El amante de mi mujer.
Lo miró con odio y estupor. _ ¡ Mi marido, se llamaba Rodrigo Martínez!...
Un silencio tenso colmó la sala..._ Lo siento...no fue mi intención, lo confundí con otro...
Ella alzó la cabeza y le miró. La cara arrugada.Váyase al cuerno, dijo. Se queda ahí plantado diciendo que lo siente. Mi marido está muerto. ¿Es que no lo entiende? Como diga otra vez que lo siente le juro que voy a por la pistola y le pego dos tiros...