Diario personal - El
Lunes 5/11
Fabián estaba muy entretenido frente a la computadora. Me mató la curiosidad. Así que me acerque por detrás y lo espíe. ¡Estaba chateando con una mina! No lo podía creer. Después, a la hora del almuerzo nos encontramos en la cafetería y me invitó a sentar. Charlamos de bueyes perdidos, hasta que no aguanté más, y le pregunté directamente que hacía chateando con una mina. Noté su sorpresa, pero después me dijo que lo ayudaba a distraerse y olvidar el tedio de la oficina. Deberías probarlo, me dijo. Me quedé pensando, y llegué a la conclusión que no tenía nada de malo.
A la noche, cuando llegué a casa, mientras Claudia preparaba la cena me fui a la computadora y entré al chat. No pasaron ni cinco minutos que una piba me empezó a “hablar”. Ni me di cuenta el tiempo que había pasado, Claudia me gritaba que viniera de una buena vez a cenar.
Martes 6/11
Ayer, cuando todos se fueron a dormir, volví a encender la computadora, busqué a “Dulce y Voluptuosa” y la encontré!!! Me sentí como un adolescente. Ella me generó sentimientos que creía olvidados, sensaciones nuevas y una excitación me corría por las venas. Me fui a dormir a las cinco de la mañana, y a las siete no me podía despegar de las sábanas. Un café cargado y una ducha rápida me sirvieron para llegar a la oficina.
Fabián me saludo con la mano, y al ver mis ojeras, me guiñó un ojo. Entre archivos y documentos, fue poco el tiempo que pude dedicar a mi nueva afición, pero creo que en parte se debía a que no encontré a “Dulce y Voluptuosa” sino hasta casi la hora de irme a casa. Quedamos en una cita virtual para más tarde y regresé a casa con un raro estado de ánimo. Claudia propuso que saliéramos a cenar porque no había tenido tiempo de preparar nada, yo le sugerí en cambio que pidiera una pizza, ¡ni loco pensaba perderme mi cita! En cuanto pude sacarme de encima a los chicos fui a sentarme al estudio, a chatear. Me sentía feliz, exultante.
Miércoles 7/11
A la noche, tarde, cuando me fui a acostar, Claudia me hizo una escena. Yo no tenía ganas de escuchar su cantaleta, así que me di vuelta para el otro lado, bah, como tantas veces me hizo ella a mí, y me quedé dormido mientras ella seguía chillando. Algunas palabras atravesaron mi sueño como “canalla”, “desconsiderado” e “infantil”.
Jueves 8/11
El jefe estaba ausente con aviso, así que me pasé el día entero en la oficina en el chat. Así da gusto trabajar. Fabián me interrumpió para ir a almorzar, creo que si no, seguía de largo.”Dulce y voluptuosa” apareció como a las diez de la mañana y nuestro reencuentro fue digno de una novela de Alberto Migré. ¡Uy que viejo que estoy!
Con Claudia casi no nos hablamos, excusa perfecta para seguir chateando. Con “Dulce y Voluptuosa” nos pusimos de novios, aunque ella dice que ese adjetivo es cursi y anticuado. No considero que le este siendo infiel a Claudia, después de todo, es algo virtual.
Viernes 9/11
Pensándolo bien, no creo que Claudia se merezca todo lo que estoy haciendo. Es cierto que a veces es densa y aburrida, pero yo no hago mucho por mejorar las cosas. Tal vez, tendría que hacerle caso a “Dulce y Voluptuosa” e intentar reconquistarla. A esta altura de las cosas, no se si querrá hablarme. Busqué en el chat a “Dulce y voluptuosa” pero estaba en sesión privada y no pude “charlar con ella”. Al final, me canse de esperarla y me fui a dormir temprano, pero Claudia ya estaba durmiendo.
Sábado 11/11
Los chicos vinieron a la cama, y nos pusimos a ver la televisión. Después nos levantamos, y Claudia y yo preparamos el desayuno para todos, pero casi sin hablarnos.
Encendí la computadora al mediodía, y vi a “Dulce y voluptuosa” chateando con “Musculoso pelilargo”. No me sentí traicionado, lo que sentí fue pena de mi mismo.
A la noche no me podía dormir, pensé muchas cosas, y me di cuenta que casi no veo a mis hijos, ni comparto tiempo con ellos. Ni que hablar de mi relación con Claudia, a la que descuide tanto.
Domingo 12/11
Voy a escribirle una carta a Claudia, soy un cobarde, no me animo a hablarle. Pero, ¿que le voy a decir? ¿Que le fui infiel, pero en realidad no? ¿Que soy un inmaduro? Le diría tantas cosas… Pero en realidad, lo más importante, me gustaría decirle que la amo tanto o más que el primer día, que me dio unos hijos preciosos a los que he descuidado, y…
No se, creo que ya es demasiado tarde. Tal vez, ya los perdí para siempre.
Diario personal- Ella
Lunes 5/11
Alejandro llegó a casa muy excitado, y apenas me saludó .Se fue directo al estudio y prendió la computadora. Se pasó ahí metido sin siquiera preguntarme si ponía la mesa o tomábamos un mate antes de cenar. Vino a comer, después de llamarlo varias veces, como si me estuviera haciendo un favor. Los chicos contaron como les fue en la escuela, y se pelearon como de costumbre, pero el parecía en otra galaxia.
Martes 6/11
Alejandro hoy se fue a trabajar casi sin dormir, el cree que yo no me di cuenta, pero se acostó a la madrugada. No puedo entender que pasa por su cabeza. Parece un adolescente frente a la computadora, haciendo vaya a saber qué… Pensé que tal vez saliendo a cenar con los chicos podríamos pasar un rato agradable en familia, pero ante la sola propuesta, Alejandro puso cara de ofendido, me grito que pidiera pizza, y se encerró en el estudio. Una profunda tristeza me oprime el pecho, y veo una sonrisa en la cara de Alejandro y no entiendo.
Miercoles 7/11
Estuve charlando con Analía, y me aconsejó hablar con Ale. Plantearle lo que esta pasando, “como adultos”, dijo. Esperé que viniera a acostarse, y comencé a hablarle, pero el descarado se dio media vuelta y ¡se puso a roncar ¡ ¡Es el colmo! Aún con sus ronquidos, le dije todo lo que sentía, sin importarme que el no me escuchara.
Jueves 8/11
Ya no tenemos diálogo, después de lo de anoche estoy esperando que se acerque, que me diga algo, pero nada. Parece disfrutar del silencio. Me siento tan desdichada. Imagino que tiene una amante, no puedo encontrar una explicación a todo lo que nos está pasando. Yo lo amo, pero intuyo que esta situación no tiene retorno. No podría perdonarle una infidelidad.
Viernes 9/11
Seguimos sin hablarnos, parecía que iba a decirme algo pero no lo hizo. No se que pensar. Tal vez quería blanquear la situación. Pero ¿estoy preparada para ser una mujer divorciada? No quiero, no quiero pensar, no quiero escucharlo. Me voy a dormir.
Sabado 10/11
Casi pareció un sábado normal, con los chicos en la cama, mirando los cinco la televisión. Nos levantamos juntos a preparar el desayuno, pero no me animé a hablar, y Ale tampoco hizo ningún esfuerzo. Imagino que está todo dicho.
Domingo 11/11
¡Encontré el diario íntimo de Alejandro! No sabía que escribía uno. ¡No puedo creer lo que pasó! Por un lado lo mataría, pero… Preparé una cena especial, mande a los chicos a la casa de mama. Creo que ya es hora de que Alejandro y yo nos pongamos un “nickname”.
2 comentarios:
"Tá lindo". Salió redondo. Un buen final para historias paralelas...
Me gustò mucho, creo que es uno de tus mejores trabajos.
Gladys
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