Oído:
Café espía
Dice la leyenda que el café guarda en sus moléculas la información de todas las charlas que se tienen en su presencia. Cuando sus celulas se llenan de palabras se oye un crack y el humito sube las conversaciones a la base de datos central que se encuentra en las nubes , se ordenan por fecha y nombre de usuario.
Olfato:
El matinal
Siempre has sabido como despertarme. Te levantás despacito sin hacer ruido, vas a la cocina y me preparás mi desayuno. El café exhala una corriente aromatica ondulatoria que avanza hacia todos los rincones de la casa. Su aroma se condensa en la puerta del dormitorio hasta que la abre , entra y me zamarrea un poco. Despabilada la mitad de mi ser, sonambuleo descalza hasta la cocina envuelta en una nube de humos cafetales. Te veo alla parado radiante cual sol y me despierto.
-¡buen día mi vida!
Vista:
Agujero negro
Vos, yo y el café de intermediario. Entre nosotros una nube de aromas que divide territorio. Un gran recipiente lleno de líquido negro que vamos sorbiendo dandole lugar al vacío. Un par de masitas dulces que por un par de minutos nos sacan la amargura. Vos, yo y la nada.
Tacto:
La taza
Loza blanca que adquiere la temperatura de lo que la llena. Con manija multiforme para mejor sosten y traslado. No tiene dueño fijo, todos beben de ella. Triste el destino de la taza.
Gusto:
Placer
El líquido negruzco es ingresado a la boca, luego el paladar va reconociendo las arenillas pequeñitas con gusto a café. Sentir esa tierra gustosa circular por los caminos de la lengua, maravillo a todo aquel que lo ha probado.
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