miércoles, 5 de enero de 2011

ENCONTRÉ MI CAMINO por TOLO BINDER




El humo del cigarrillo dibuja extraños arabescos. Mi cabeza da vuelta como una calesita sin freno, te veo en cada objeto que me rodea y siento una congoja que me destroza. Por un instante dejo mis pensamientos y miro por la ventana hacia la nada. Mientras la lluvia ciega los cristales recuerdo lo nuestro, vivíamos una relación por momentos tierna, por momentos explosiva pero sincera. Hacíamos el amor como potros desenfrenados sin límite y sin barreras, nos entregábamos el uno al otro con la pasión del que quiere y desea. Pese a nuestros distintos caracteres, creíamos ser una pareja feliz y estable. Pero un día, siempre hay un día, me esperabas al llegar yo del trabajo, y sin darme tiempo a nada comenzaste a inundar la habitación con un torrente de palabras. –Recién hoy logré –dijiste –tomar valor y voy a ser sincera, Julián no te quiero mas y me voy a vivir con Ezequiel, mi supervisor, con quien me siento segura, protegida y querida.—Ante mi cara de asombro seguiste –fue la vez que hicimos un horario extraordinario, la cercanía nos despertó sentimientos quizá dormidos, fue en ese momento, cuando comprendimos que nuestro destino era vivir uno junto al otro. -Quise advertirte pero pensé que, si demuestras tan poco interés por mis palabras, será porque tampoco tienes interés en mi. Y hoy ya es tarde para todo, no hay caminos, para que juntos sigamos en este laberinto sin fin que es la vida. -Y sin más diste media vuelta y te marchaste. Han pasado pocos meses y al cruzarme con Uds. por la calle no puedo soportar el terrible dolor que me causa el pensar que otro hombre hoy recorre los rincones de tu amado cuerpo y goza con el dulce sabor de tu piel, que debería seguir siendo mío. Ahora comprendo que estoy muy cansado de vivir sin tenerte, y creo que este frasco de pastillas será la mejor manera de llegar a una eternidad feliz con tu recuerdo.

No hay comentarios: