viernes, 4 de noviembre de 2011

AMOR VERDADERO por SHOSHANA ZALTZMAN

Siempre tan linda, esbelta hamacándose al ritmo de la brisa…Ella lo amaba…Él le correspondía…Tenían un romance intenso, ardiente. Se amaban de la mañana a la noche, nadie los molestaba, eran el uno para el otro.
Ya de niña entendió que él era para ella, solo para ella. Lo observaba atónita mirando su potencia, su fuerza, su esplendor. Él no se fijaba en ella, estaba muy ocupado, no tenía tiempo. Ella sabía que debía esperar, tener paciencia. Con su femineidad y su intuición comenzó a crecer. Cada día más linda, más alta más esplendida. Él empezó a notar su presencia. De vez en cuando la miraba de reojo. Ella lo sabía pero se hacía la distraída. Seguía explayándose sobre las arenas, sobre rocas y llanos, cada día más hermosa, más rozagante, más atractiva. Supo que no pasaba inadvertida a sus ojos. Él se fue enamorando de ella. La miraba todo el día, la cuidaba de lejos, suspiraba por ella, le quitaba el sueño. Ella sonreía tímidamente y se ponía roja de amor. 
Una tarde de julio él se acercó y la besó delicadamente, luego con pasión. Se amaron locamente hasta quedar exhaustos, satisfechos, plenos…
Ahí andan desde entonces, juntos, no se separan ni a viento y marea, siguen con su amor eterno. El amor del Sol y la Santa Rita.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

GUILAD por SARA RAWICZ


Cinco largos años pasaron…
En los que tu vida quedó suspendida
Entre temores que te atenazaron,
Y la soledad que te acunó.

Cinco largos años pasaron…
Con tu incertidumbre…
La lucha de tus padres…
El ruego de tu pueblo…
Finalmente, el calvario llegó  a su fin.
El Estado logró tu liberación.

Para alegría de todos
Estás nuevamente aquí.

Cinco largos años pasaron…
Que no te ronden más fantasmas del pasado,
Sino que tus días sean placenteros,
Y tus noches serenas.
Porque hoy
Volviste a nacer.

martes, 1 de noviembre de 2011

MESTIZA DE MIS AMORES por NANCY ECHEVERRÍA KÚPERMAN

Mestiza de mil colores; mistura inca, hispana con un toque africana, alegre y afectuosa, vaivenes de mujer, eres ondoneante cual olas del mar, llevas en tus pasos cortos el lenguaje del amor, anidas en el alma de quienes oyen tu repiquetear; te acompañas de músicos, guitarras y un ronco cajón, seduces luciendo enaguas, sacar los pañuelos es inevitable, palmas a un solo son.
Cual novia presuntuosa vistes las mejores galas, joyas en filigrana oro o plata, brocados y plisados, un galán poncho y sombrero hace destreza de seducción y en rodillas sumisión. Poetas y compositores te rinden honores, robas los corazones de propios y forasteros. Paseos y coqueteos es un coloquio de seducción. Elegante y vibrante en todo tu ser, eres de mis amores el fervor popular.
Marinera jacarandosa, coqueta y salerosa; ritmo y sabor, encanto del Perú.

lunes, 31 de octubre de 2011

OCASO por LUIS GOREN

                                      


         El sol se escondía detras de las montañas, acompañado por una guardia de honor de nubes, que como a propósito habían sido traídas por el viento, para darle un colorido especial al acontecimiento; y a medida que el sol desaparecía, las nubes cambiaban su vestimenta de colores a cual mas brillante, por ropajes que abarcaban todos los tonos de gris, desde el más claro al más oscuro, hasta perderse en la negrura de la noche, noche  que envolvía todo, sin dejar ver ni siquiera una estrella.
 Así  sucede a veces en la vida; una persona va caminando por un camino gris, opaco, todo tristeza cuando de pronto aparece otra persona, que cual sol luminoso, la enciende, le transmite todo el color de la vida ascendente, de la vida plena. Y esta persona, siente en sí misma, cómo el viento  le trae las nubes bañadas de colores, que iluminan el camino, que de gris y opaco, se convierte en un brillante arco iris. Es que esta persona, ha encontrado el AMOR.
         Y a veces ocurre, que el luminoso amor, perdura y se renueva en la pareja por toda la vida, y ese atardecer luminoso, que si bien pierde un poco de brillo, gana con la calma que se produce cuando el viento  deja de soplar, y permite a las nubes continuar brindando sus colores. Pero otras  veces sucede, que el viento en lugar de calmarse, arrecia, se lleva las nubes de colores y trae grandes nubarrones grises, que ocultan al sol, el cual se siente desamparado, y se esconde provocando esa noche negra y sin siquiera una estrella. Y eso es lo que siente la persona que perdió el  amor. Un ocaso en su vida.Y no hay nada mas triste que una vida opaca, amarga, una vida sin amor.


                            

domingo, 30 de octubre de 2011

INSTRUCCIONES PARA LLEGAR A TUS OJOS por AIDA REBECA NEUAH

Matriz


En un día claro, de sol brillante, me ubico a una distancia de no más de veinte centímetros, con el astro rey iluminando tus facciones.  Miro hacia adelante. Tu semblante y el mío quedan paralelos. Suspiro. Mi cerebro tarda unos minutos en  dejar de vagar por tu  cuerpo y focalizar  en  tu rostro. Fijo  mi primera  mirada en la T que dibujan las  cejas y la nariz. Esa  zona que en otras personas no tiene ningún fin, es la perdición de mis sentidos. Allí  nacen espirales giratorios que salpican colores pasteles al son de tus sonrisas.  Sigo mi  camino hacia tu boca, donde nacen tus besos. Los  labios descansan, se mueven con lentitud urgente. Bajo a tu mentón, fascinada,  tobogán de pendiente perfecta, me veo minúscula saltando en él, una y otra vez, riendo. Subo  por los  pómulos escalonados hasta  llegar a tus ojos ( pantallitas circulares del ver, canales de acceso directo  a  tu ser)  coronados de pestañas  que me  escriben palabras. No  siempre las  comprendo. Cierras, abres, cierras abres. Leo tu mensaje, son voces nuevas, desconocidas. Tus ojos se expresan en tonalidades, en profundidad. Me incitan a adentrarme y cobijarme en colores. Me atrapan, me amparan y me juegan a las escondidas, me divierten, me encandilan, me obnubilan. Apresando  mi vivir en tu mirada.

viernes, 28 de octubre de 2011

PAPÀ por SHOSHANA ZALTZMAN

¡Qué cosas tiene la vida! ¡Entre todos los tipos del mundo me viene a tocar a mi sentarme en el colectivo de regreso de Santa Fe al lado de un maricón! ¿No me podía tocar ese rubio que está sentado en la primera fila con la vieja? Bueno, seguro dormiré todo el viaje, así se hará más llevadero.
Me despertó el ruido, un golpe seco ¿qué paso señor? "Se me ocurre que el chofer se durmió, bajamos a la banquina, golpeamos una piedra, no se está muy oscuro."
¡Linda voz la del marica, parece educado, ni se calienta, no se asustó!
"Señores y señoras, por favor mantengan la calma, debido a una avería en el ómnibus, debemos esperar una grúa que nos remolque a San Nicolás, donde trataremos de cambiar de colectivo, les repito, tengan paciencia".
¡Pero…lo que falta, yo con hambre, en la oscuridad y sentada con un comilón!
La única cantina que estaba abierta en San Nicolás a esas horas era dudosamente "pasable", pero con el hambre que tenía hubiese entrado a comer al mismísimo infierno.
"¿No le molesta que me siente con Ud?" ¿Qué le iba a decir que no? ¡Pero que linda voz  tiene el jovato! ¡Parece tan tranquilo, como si nada lo alterase!  ¡Qué ropa usa, debe tener plata!
"Señoras y señores, lo siento mucho pero el colectivo llegará recién al amanecer, les ofrezco a los que quieren descansar suban al ómnibus averiado, el resto puede esperar aquí"
Hablamos toda la noche. Nunca conocí un hombre así, era tranquilo, pausado, limpio. Me contó de su amor, un tal Acevedo Velasco. Le hablé de mí, de mi ilustre profesión, de mis sueños. Le conté por que viajé a Santa Fe, lo poco que averigüé de mi mamá…Parece que yo también le caí bien.
En Buenos Aires me ayudó a encontrar otro trabajo. Me mudé a su departamento. Empecé a estudiar secretariado y le ayudaba en su oficina. Yo cocinaba y él hacia las compras , limpiábamos juntos. A veces lo visitaban algunos "amigos", nada especial.
Para el verano me voy a casar, nos regaló un departamento a tres cuadras del suyo. Se muere por ser abuelo.

jueves, 27 de octubre de 2011

CAMINOS DESENCONTRADOS por SARA RAWICZ

Deambulaba sin rumbo, tratando de asimilar la información descubierta acerca de su historia. No se explicaba cómo en una sola persona se podía concentrar tanta desdicha.
Había esperado con ansia su mayoría de edad, para abandonar por fin el convento donde se crió. Reconocía que las monjas le brindaron una buena educación y le dieron las armas con las que defenderse en la vida; al mismo tiempo les reprochaba su frialdad, su falta de amor.
El primer objetivo una vez que comenzó a trabajar, fue tratar de encontrar a su madre. Sabía por intermedio de una monja, como se llamaba, donde vivía y el motivo por el cual la había entregado a la semana de nacer. No fue tarea difícil. Encontró a Lucy, una amiga de su madre, quien le relató: Tu abuela era una mujer golpeada; tu madre se prostituyó para poder subsistir; quedó embarazada sin saber quien era el padre, pero no quería perderte. Te esperó con ilusión, estaba segura que tu llegada cambiaría su suerte; no fue así. Al darse cuenta que no podía hacerse cargo de vos, te entregó a las monjas para que te cuidaran. Cuando mejorara su situación iría a buscarte. No fue posible y hace un año murió sin llegar a conocerte.
Esperanza piensa que tal vez en algún lugar de la ciudad podría estar su padre, pero… ¿Cómo encontrarlo?

Federico quedó solo, la soledad lo agobia. La muerte de Eduardo le dejó un vacío total. Por rutina y para ocupar su tiempo continuó con las clases en la Universidad; también visitaba a su familia una vez por semana, pues sabía que lo esperaban con cariño. Los hijos de sus amigos lo consideran el tío favorito, no podía alejarse de ellos. Pero él siente que son afectos prestados, no propios.
La nostalgia lo hizo retroceder en la memoria. Como eslabones de una cadena, se fueron sucediendo los recuerdos. Se vio siendo un muchacho muy joven, cuando vivía en el barrio El Trébol. Evocó a aquella chica, de mirada vacía y sonrisa forzada; no recordaba su nombre. Tuvieron una relación muy apasionada, estaba muy enamorado de ella; luego se enteró que él no era el único y que estaba embarazada sin saber quien era el padre. Los acontecimientos se precipitaron; ella desapareció del barrio, él se mudó a la capital, conoció a Eduardo y su vida cambió de rumbo, unieron sus vidas y no se separaron hasta que la muerte se llevó a Eduardo.
Una duda le martilla en la cabeza; él podría ser el padre de aquella criatura.

Caminaba tan ensimismado en sus pensamientos, que no vio a la joven que venía frente a él y la llevó por delante. Ella, sumida en sus propias reflexiones tampoco reparó en él. Con el encontronazo se le cayeron los libros que llevaba. Los dos se sentían culpables y se pedían disculpas mutuamente.
Federico recogió los libros y cuando se los entregó le llamó la atención su mirada vacía y sonrisa forzada…


miércoles, 26 de octubre de 2011

ME OFREZCO A TI por NANCY ECHEVERRÌA KÙPERMAN


Me ofrezco a ti vestido de gris, lágrimas azules en mis mejillas, quema una rosa roja en mis manos, vientos de fuego en mi garganta, grietas en mi alma; perdidos tus colores es vana mi agonía y mi esperanza; muero un poco y me acicalo. Descansaras y esperare bajo el árbol que dibujara sombras y escarabajos dorados sobre nuestros cuerpos. Esperare como esperaba al poeta el amante escondido inspirador de poemas prohibidos y cantare amores para que duermas.
Para el mundo: tu Eduardo y yo Esteban.
Me ofrezco a ti, soy Esperanza, nacida de la desesperanza y lágrimas de la mujer de la vida, María; por padre, el destino. Me ofrezco a ti, mi dote es la esperanza, lagrimas rojiazules surcaron mis mejillas, mi historia reconstruida esta en mis labios. Pongamos nuestros relojes de la vida al unísono.
Y propongamos al mundo: Esteban y Esperanza.


martes, 25 de octubre de 2011

AMOR COMPARTIDDO por IRENE FELDMAN DRIZ

La viuda de Eduardo Acevedo, decide regalar las pertenencias de su marido fallecido recientemente, comienza con su ropa  que  son cuidadosamente acomodadas y  que  irán  a  la parroquia.
Al entrar en el escritorio para elegir  los libros, recuerda al escritor,  que enseñaba  y encaraba la lucha por el bienestar social, con  el entusiasmo  de los desafíos que la vida  lo caracterizó. Mira el lugar donde paso mucho tiempo, un cuadro inclinado acapara su atención, lo saca y ve   la parte trasera  donde está   escrito: “A mi amor, por  quince años de vida compartidos”.
Recuerda que todavía  no canceló  su celular , comienza a ver las llamadas efectuadas, hay un número que se repite en forma constante, y que no le suena familiar, llama para interiorizarse de quien se trata, una voz sugestiva  de mujer, le contesta, se queda paralizada, siempre tuvo confianza en su pareja, pero la duda comienza a emitir sonidos roncos , balbucea y pregunta  ¿con quien hablo?, le responden,” la Gringa”, su desconcierto va en aumento, el silencio  se rompe  cuando le preguntan ¿ quien es?, ella contesta:  tengo un mensaje de parte de Eduardo ,luego de una pausa  le indican que se  dirija a la calle Moreno número  3713, y pregunte por ella.
La consternación va en aumento, al llegar al domicilio indicado, ve que la puerta esta abierta , entra a  un patio, una persona rubia, muy maquillada y vestida de forma que impresiona como  mujer de la vida  va a su encuentro , se presenta como la Gringa y le pregunta si viene de parte de Eduardo.
Con la cabeza responde que si, entonces la mujer   grita, Víctor te buscan.
Aparece Víctor, educado  y elegante, se aproxima a ella, y le dice: Eduardo ha sido el amor de mi vida, podemos ahora llorar juntos.
La viuda siente que su corazón se rompe en pedazos, no hay lágrimas, las hubo hasta  el momento en que conoció finalmente la realidad.





lunes, 24 de octubre de 2011

JUEGOS DE LA MENTE por NANCY ECHEVERRIA KÚPERMAN


El edificio tenía dos habitantes, dos hermanos siameses; inconsciente y consciente.
La noche arrulló suavemente a consciente e inconsciente jugo a ser libre desplegando ráfagas de colores sobre un lienzo formado por una piel camaleónica que parecía tener vida propia.
Llamaradas  de colores fuertes y en movimiento parecían devorar a los suaves o danzar en armonía unos con otros. Los colores se entrelazaban en danzas amorfas dando origen a otros y diferentes matices que seguían el ritmo de melodías a momentos dulces y suaves y  a momentos desenfrenados y cortantes.
El lienzo de piel viviente se trasformaba dando origen a las mas hermosas combinaciones.
De pronto, la luz del amanecer despertó a conciente; el lienzo se transformo en piel rugosa y yerta, esta me acarició la mejilla y mi boca emitió un gemido. Me puse de pie y salí. Bajé corriendo para no vomitar en el edificio de mi mente”.



domingo, 23 de octubre de 2011

SUEÑOS ENCERRADOS por GABY SZUSTER


"Caballero de edad muy avanzada, sin familia, enfermo, busca persona o pareja que quiera darle compañía y cuidados sencillos. Ofrece a cambio la propiedad del inmueble a su deceso" .El artículo ajado casi se desintegraba entre sus manos. Lo dobló cuidadosamente por las líneas marcadas y lo guardó en la caja, archivándolo junto con sueños y viejas ilusiones. Una sonrisa amarga se dibujó tenue en su cansado rostro. Se acomodó en la gran cama, ahora suya. Estiró las piernas, y puso los brazos en la nuca. Miró el desgastado papel, unas flores que habían perdido todo el amarillo, eran ahora patéticos esqueletos dibujados. Triste. Todo era tan triste. Y lúgubre. El destino le jugó una mala pasada. Otra de tantas.... Se quedó dormida, un sueño intranquilo, con voces del pasado que la acosaban y no le permitieron relajarse. Se despertó más agotada aún. En la cocina se preparó un té, evitó el azúcar, como un acto de rebeldía. El viejo adoraba el té excesivamente dulce. Pegajoso, como él. No quería pensar en eso, pero estaba en su cabeza siempre. Se fue al jardín, a respirar un poco de aire fresco. Era el único lugar agradable de la casa. Gracias a ella, que durante veinticinco años le había dedicado los pocos ratos libres que disponía. El sol ya estaba ocultándose, dándole al cielo un color rojizo digno de una postal. Se sintió apenas reconfortada  por el entorno. El viejo se coló en su mente, con toda su inmundicia y tiranía. Sus caricias eran ásperas, y la hacían sentirse absolutamente desdichada. Sumida en sus pensamientos ni siquiera se dio cuenta que ya estaba oscuro, y hacia frío. Fue a buscar una manta y regresó al jardín. Los recuerdos la atacaron nuevamente con la fuerza de un tornado, dejándola indefensa y se rindió frente a ellos: Cuando se presentó por el aviso, estaba desesperada. No tenia dinero para comer ese día, ni pagar la pensión, las últimas monedas las utilizó para comprar el diario, buscando la salvación. Al leer el aviso, sintió que la había encontrado, que Dios al final de cuentas, no se había olvidado de ella. Tocó el timbre y un hombre deplorable, repulsivo y maloliente abrió la puerta. Era eso o dormir en la calle. Pensó que al menos por esa noche, era preferible la primera opción. Esa decisión marcó su vida, comprendiendo ahora que estuvo presa durante un cuarto de siglo. Le sonaba irónico pensar que los primeros días se autoconvenció de quedarse pensando que el viejo no podría durar mucho, y luego ella seria dueña de una mansión. Se rió fuerte, y su risa se convirtió en llanto. Un llanto violento, que le sacudía el cuerpo, y el alma. Se secó las lágrimas. Su vida no valía nada, la había desperdiciado, esperando un sueño que llegó tarde. Demasiado tarde. 

viernes, 21 de octubre de 2011

ANUNCIO por IRENE FELDMAN


“Caballero de edad muy avanzada, sin familia, enfermo, busca pareja que pudiera darle compañía y cuidados sencillos. Ofrece a cambio la propiedad del inmueble a su deceso.”

Este aviso figuraba en el diario, al leerlo, Mary sintió un estremecimiento,  la curiosidad fue mayor que su necesidad de cambiar su vida.
Acudió  al domicilio, la persona que abrió la puerta, le causó  gran sorpresa, la cara del anciano reflejaba serenidad y resignación, y su apariencia no daba señales de enfermedad.
Fue invitada a pasar,  cruzó  un  pasillo oscuro y luego al salón decorado con austeridad, con un ademán, le indicaron que se sentara,  Mary no se  animaba a hablar, esperó que él iniciara  la conversación, su inquietud iba en aumento,  no sabía la causa, pero algo en su interior le decía que esperase con calma, lo que el extraño le podría decir.
El caballero con una sonrisa, le dijo que se llamaba Augusto, pidiéndole que le hablara de los  pormenores de su vida y el motivo que le había inducido a contestar el aviso.
Mas animada, Mary sonrió a su vez, manifestó que era viuda, había ejercido como docente, hasta que su esposo enfermó, que su único hijo estaba en Australia, casado, con dos nietos que no conocía, y del cual ocasionalmente recibía noticias .
El dolor se reflejó en sus ojos.
Augusto, le dijo que entendía porque había contestado  su aviso, que la soledad  compartida es más llevadera, cuando no se tiene a los seres queridos cerca.
Luego de una pausa,  le dijo que sentía como si la hubiera conocido de antes, que su corazón se estremeció, al verla frente a su puerta,  que le recordaba su primera novia, en su provincia natal, que tuvo que dejar en plena juventud, porque sus padres se trasladaron a la gran urbe, que con gran dolor la dejó, y sus cartas fueron devueltas por desconocimiento del destinatario, y que no se había casado, por que continuaba fiel a ese primer amor.
Las lágrimas  caían por el rostro de Mary,  recordó cuando su primer novio dejó la ciudad donde ella había nacido, para trasladarse lejos. Su dolor al no recibir noticias de Juan y al  poco tiempo ella y  sus padres también se mudaron.
Mas osada le preguntó el nombre completo al caballero, que notó tembloroso y emocionado, el cual le dijo que era Juan Augusto, y luego de un breve silencio,  este preguntó: ¿María Soledad, eres tú?
Mary  asintió.
Los dos se levantaron al unísono, Juan tomó las manos, la miró a los ojos y con voz cortada, susurró:” nuevamente juntos, mi amor”.En ese momento las llamas de dos velas apagadas  en tantos años, se  encendieron en sus corazones.

jueves, 20 de octubre de 2011

ÚLTIMO RECURSO por GABY SZUSTER


Estaba ahí sentada con la espalda derecha, en una silla dura e incómoda,  rodeada de varias
 caras serias tratando de explicarme y explicarles lo sucedido: -Yo no quería. Me negaba con toda mi fuerza y convicción. No intento justificarme, simplemente me sentí en un callejón sin salida.  Los oficiales me miraban con una mezcla de compasión y burla. De acuerdo a mi vestimenta no sonaba muy convincente, lo sé. Volví a intentarlo.
- Fui a la casa de Susy muy alterada. Ella la tiene más clara que yo. Le  conté mi desesperación y ella me dijo que no era difícil conseguir plata fácil y rápido. Que no tenía de que preocuparme. Mucho no le creí. Pero cuando me vistió y me maquilló sentí que no era imposible, que el mundo era mío. Estaba nerviosa, no lo voy a negar. Yo nunca hice algo así. Me tomé casi media botella de whisky para darme ánimo. Sentía que iba a poder, que no podía ser tan terrible. Sólo que cuando vi al viejo en pelotas no pude contenerme, tomé lo que tenia más a mano, y lo golpeé violentamente en la cabeza. La sangre me salpicó toda, el cayó hacia mi, tirándome al piso. "Su piel rugosa, yerta, me acarició la mejilla y mi boca emitió un gemido. Me puse de pie y salí. Bajé corriendo para no vomitar en el edificio".

miércoles, 19 de octubre de 2011

REQUISITOS BÁSICOS por AIDA REBECA NEUAH


“Caballero de edad muy avanzada, sin familia, enfermo, busca persona o pareja que quiera darle compañía y cuidados sencillos. Ofrece a cambio la propiedad del inmueble a su deceso”. Terminé de escribir el papelito y se lo di a la chica de la agencia. Me sonrió.
 Usted sabe señorita… Rosa, me llamo Rosa. Vos sabés Rosa, lindo nombre, hay una flor que se llama así. Rosa, me viene bien cualquier persona con buena voluntad. Prefiero  una señora, las mujeres  tienen esa sensibilidad especial, esa visión de los conflictos que las hace únicas. Le corrijo y le escribo “señora” don Fermín. ¿Señora?… ¿dije señora?… bueno quise decir una señora joven, la juventud empuja, va para adelante y eso es lo que estoy necesitando, mucha fuerza y mucha garra. La chica que venga que no sea muy alta ni muy baja, a las altas les cuesta agacharse y con las petizas me duele el cuello cuando hablo con ellas. A  mí me gusta mirar a  la persona a la cara cuando le hablo, Rosa, que hermosos ojos tenés. Lindo nombre rosa, hay una flor que se llama así. Le agradezco don Fermín. ¿Quiere que la muchacha le cocine? No, siempre tengo en mi habitación almendras, chocolates, quesos, cerezas y alguna bebida espumante, no hace falta que me cocinen. ¿Qué le charlen? No hace falta, sabes Rosita… rara vez salgo de mi  habitación, converso mucho con mis amigos por teléfono, claro, todos están lejos y no pueden venir a visitarme, charla  es lo que me sobra. ¿Qué lo bañen? Tampoco, quizás un poco de ayuda para entrar en el jacuzzi, sabés que esas escaleras son muy resbalosas. Rosita, entre nos, yo casi no me levanto, pasaríamos mucho tiempo en la cama. Don Fermín ¿y qué van a  hacer en la cama? ¿Qué podemos hacer?… jugar a las damas.


lunes, 3 de octubre de 2011

AGUA: ¿CALIENTE O FRÍA? por LUIS GOREN



                El dilema de Hamlet no es nada ante esta disyuntiva; pero: ¡qué placer extraordinario es introducirme debajo del agua a la temperatura justa que  a mí me gusta! Es un placer que supera lo sensual, y entra en lo espiritual; es sentirse flotar y elevarse, ingrávido como las nubes de vapor que se pegan  al  techo de la ducha. Es sentirse transportado a otro Espacio Tiempo donde todo es diferente y  posible.
                Y luego del remojón, enjabonarme despacio, mientras la imaginación vuela en busca de esa ingravidez con la que sueño, para  escapar, aunque sea por unos momentos del ferreo asidero de la gravedad, que me tiene atado a este mundo del que quiero  emanciparme, para disfrutar de la libertad de ser por unos momentos, yo mismo, sin ningun tipo de condicionamiento. Y a veces lo consigo, y me transporto, y no soy el mismo, soy otro. Increible, al querer ser YO completo, paso a ser otro. Y no me lo puedo explicar.
                Entonces, pletórico de sueños y sensaciones, imagino un mundo mejor, donde, como diría Ruben Darío*, seríamos todos hermanos: "hermanos hombres, hermanos bueyes, hermanas estrellas, hermanos gusanos". Y yo, flotando en ese mundo de "hernanos", sueño con mis hermanos judíos, hermanos cristianos, hermanos musulmanes, y hermanos hermanos, sin guerras, sin odios, sin sangre derramada, todos en paz y armonía. Todos envueltos en amor.
                Así me demoro, en tanto me refriego con la esponja para sacarme la suciedad del cuerpo, con la imaginación, trato de sacarne la suciedad del alma, tan contaminada como el cuerpo, por la mugre que tenemos que soportar diariamente. Y no podía faltar la Patrona, que me dice: ¿cuantas horas te vas a estar bañando? ¿Te pensás que al agua la regalan? ¿Cómo le explico que no solamente me baño, sino  que tambien sueño? 
                Al final, de una manera u otra, no tengo mas remedio que poner los pies en la tierra, y continuar con la triste realidad imperante. Pero: ¿quién me quita lo soñado?

AGUA MÁGICA por IRENE FELDMAN DRIZ

 


El baño es un ritual, al cerrar los ojos, siento una suave brisa, en el oasis en que me encuentro.
Camino hacia la cascada, me introduzco en sus aguas, éstas  me acarician, mojando mis cabellos, y luego se deslizan por todo el cuerpo.

El aroma a jazmines me envuelve, alrededor  un vergel de plantas y árboles, el trino de los pájaros, el aire puro, acompañan la magia del agua,  con su música especial.

Mis pensamientos se sosiegan, el agua  mágica sigue fluyendo, la armonía es ideal.

Me envuelve una oleada de energía positiva, me siento feliz.

Cierro la ducha, el agua mágica desaparece, la sensación  persiste,  la paz continúa en mis sueños, y la luz de la aurora mañana  me despertará.

domingo, 2 de octubre de 2011

SENSACIONES BAJO LA DUCHA por EMILIO FELER

Me voy a duchar. El agua golpea de arriba. Yo me hallo en medio de la neblina londinense 
yendo a encontrarme con alguien en el puente de Waterloo. Un golpe de agua fría, alguien abrió otra canilla, me devuelve a la realidad. Vuelve el agua caliente. No pasan dos instantes y estoy sentado frente al mar, tomando tragos helados, y mirando a las chicas. Una de ellas se hace invitar. Yo le hago con la mano al barman, el me entiende. Estoy pensando en llevármela ya al hotel. Aún estoy sin programa para hoy. Mi esposa me grita que mi hermano me llama por teléfono. Que me llame después le digo. Me empiezo a pasar el jabón por el cuerpo. Cuando llego a los genitales el cosquilleo de costumbre. Soy candidato a senador por mi provincia.
Tengo dos reuniones consecutivas. Le digo a mi secretario, que anule una de ellas, a su gusto. Calculo cuanto me darán por votar con el oficialismo la ley que tanto necesita el gobierno. La puta, se me cayó el jabón. Me agacho a levantarlo y me raspo toda la pelada con la canilla, y lo peor que al jabón no le emboqué, se me resbala y va de un lado al otro. Estoy vestido de pirata, con un ojo tapado con un cuerito redondo, y un aro de oro, por si me matan, que con el paguen mi entierro.
Salto con los demás al galeón que ya no puede huir de nosotros. Doy mandobles por aquí y por allá. Nos resbalamos de tanta sangre que hay en la cubierta. Empujo a varios, para ir a buscar las joyas y las monedas de oro que el bajel transporta. En el apuro me caigo por las escaleras. Vuelvo a buscar el jabón. Ester me grita, hasta cuando te vas a bañar, sabes lo que nos sale el agua, y la cena está lista. Me paso la piedra pómez por los pies. Salgo y me seco frotándome bien la toalla. Que cagada, que bien la paso con mis sueños en el baño. Pero no importa. Mañana me volveré a bañar y a perderme en la nebulosa. Ahora, ahora me quedo con la realidad.

sábado, 1 de octubre de 2011

UNA ROSA ROJA por SARA RAWICZ


El escritor Eduardo Acevedo Velasco falleció el 12/9/2006 a los sesenta y un años de edad.
Lucía Torres, periodista de la revista Sucesos, tiene el encargo de escribir su biografía, a cinco años de su muerte.

Eduardo Acevedo Velasco nació en Buenos Aires el 5/8/45, hijo de un matrimonio español que arribó a nuestro país huyendo del régimen franquista. Siendo el menor de tres hermanos fue el más mimado y consentido. Desde muy pequeño fue un niño díscolo, lo que le valió no pocas amonestaciones en la escuela y numerosas reprimendas de sus padres.
En el secundario, a pesar de su rebeldía se destacó por su inteligencia, encontrándose siempre entre los mejores alumnos. Poseedor de una gran sensibilidad se inclina a escribir poesía.
Ingresa en la facultad de Filosofía y Letras y se da cuenta que puede canalizar su rebeldía a través de la lucha social.

Debido a la dictadura militar se ve obligado a emigrar a España, haciendo el camino inverso de sus padres.
Termina sus estudios y se dedica a dar clases y a escribir, convirtiéndose en un escritor reconocido universalmente.

Con el advenimiento de la democracia regresa al país. Continúa con sus actividades habituales y agrega a ellas su actuación en toda institución que se dedica a la lucha por el bienestar social.
Fallece luego de una larga enfermedad el 12/9/2006

Lucía relee lo que ha escrito, siente que hay algo que no cierra. La vida de un escritor no es sólo su obra literaria e institucional. Bajo la piel del hombre público habita un ser humano con sus virtudes y sus falencias. Un ser que con sueños, sentimientos, familia, amigos… Esos datos le faltan a su biografía. Dispuesta a recabarlos, asiste al homenaje que le hacen en Recoleta.
Termina la ceremonia; uno a uno todos se retiran, sólo queda un hombre que deposita una rosa roja sobre la tumba.
Lucía se acerca y le pregunta: _¿Es usted un familiar?
El hombre se vuelve y con voz desconsolada le responde:_ Fue mi pareja de toda la vida.


viernes, 30 de septiembre de 2011

LA PRINCESA DEL FINAL DE LOS TIEMPOS por NANCY ECHEVERRÍA K.


El Inca Atahuala Yupanqui se encontraba en el balneario de aguas termales ubicada en la cuidad de Cajamarca al norte del Imperio Inca cuando fue tomado prisionero por 200 soldados españoles, el Emperador Inca ofreció un cuarto repleto de oro y dos de plata por su liberación y casó a su hija la princesa Cusi Coyo con un jefe de alto rango del ejercito español siendo este tipo de enlace costumbre Incaica para consolidar la Paz entre dos pueblos.
En el instante en que se escuchó el primer llanto de la princesita al nacer, su abuelo el Inca Atahualpa era cruelmente asesinado tras la traición de los conquistadores encabezados por Pizarro.
Cuenta la leyenda que el día que una princesa pariera un ser de ojos color del cielo sería el comienzo del fin del Imperio Incaico.
La princesa Cusi Coyo miró sonriente y emocionada a su recién nacida y dos lágrimas surcaron su rostro, la niña de cabellos negro azabache y piel canela tenía los ojos color del cielo.
Cusi Coyo viajó al corazón del Imperio (la cuidad del Cuzco) con la pequeña princesita llamada Tinka Kantuta (en español: Flor de Capulí), ella temía por la vida de su retoño. Cusi decidió esconder a la niña en el palacio que su padre construyera para las ñustas (vírgenes que se dedicaban a la adoración del Ser Supremo) y cuya ubicación era un misterio.
Así fue que Tinka Kantuta vivió en un mundo de ensueños, no conociendo  la leyenda de la que se creyera fuera protagonista.
Un día un soldado español aventurose por los Valles Sagrados de los Incas, atravesó Montañas repletas de vegetación mezcla de andino y amazónico perdiendo así el rumbo y orientación; serpenteando las montañas encontró un camino empedrado y angosto que no saíia a donde conducía, árboles con orquídeas colgantes, plantas y frutos desconocidos, le hacían pensar que las montañas frondosas en vegetación lo habían atrapado en su inmensidad, en un mundo desconocido para ser devorado por alimañas; tras larga y ardua caminata en la que perdió la noción de los días,  cayó rendido y dormido en la noche oscura.
El soldado despertó al amanecer, el sol brillaba intensamente sobre una montaña frente a él y al verla creyó que se trataba de una alucinación, vio a lo lejos la mas hermosa cuidad de piedras resplandecientes, finos acabados, torreones, acueductos de perfecta arquitectura incaica, instalada sobre una montaña de verdes prados la montaña se ocultaba entre otras aun más altas que ella. El soldado quedó extasiado y  al acercarse observó a un pequeño grupo de mujeres que cumplían un ritual de danzas y cánticos extendiendo sus brazos hacia el sol naciente; fue así que viera entre ellas a la bella Ñust’a (princesa) de larga cabellera negra y ojos azules quien quedó en la plaza acompañada de una llama blanca como las nubes adornada de tejidos de calidos colores.
 El español perdido, sintió un impulso que lo obligó a salir de su precario escondite olvidando por un momento el dolor sentido por la larga caminata. Vencida la sorpresa y el temor, Tinka Kantuta que por primera vez viera a un soldado, sintió curiosidad por saber del mundo y ambos se enfrascaron en una larga conversación.
El soldado, sintiéndose muy atraído por la extraña belleza de la princesa mestiza prometió volver por ella mas la madre de Tinka Kantuta la princesa Cusi Coyo, ordenó la captura y encierro del español intruso.
Tinka Kantuta esperaba cada amanecer la llegada del soldado español y al no ser así  sus lágrimas vertidas formaron un cause al pie de la montaña dando origen al río Urubamba.
Cuentan que las lágrimas del soldado derramadas al norte del imperio en el lugar donde fuera su cautiverio, formaron el río Marañon; ambos ríos hoy se juntan y al unirse formar el caudal que atraviesa el continente Sudamericano, es hoy conocido como río Amazonas (nombre de mujeres guerreras que los españoles vieron a orillas de de su cauce).
Los pocos nativos que conocían la existencia de la ciudadela del Inca guardaron el secreto  para que éste no llegara a oídos de los españoles y ellos no profanaran y saquearan una vez más sus templos adornados con finos trabajos de oro y plata pues este sacrilegio sucedió con muchos de sus recintos sagrados a lo largo del vasto Imperio; estos templos no pudieron ser destruidos en su totalidad y fueron usados como base sobre los cuales se construyeron Iglesias españolas.
Otros o los mismos nativos sospechaban que la última princesa inca se resguardaba en la ciudadela escondida y velando por su vida sellaron sus labios con la esperanza vana de que un día los Incas vencieran a los intrusos que los esclavizaron y llevaron a su pueblo casi a su total extinción.
El tiempo borró de la memoria del pueblo aquel misterio y la naturaleza guardó celosamente el secreto de los Incas mas nada ni nadie escapa a su destino.
 Al pasar los siglos caza tesoros y arqueólogos buscaron vanamente la que por allí se rumoreaba existencia de una cuidad perdida de los Incas.
 Un mestizo llamado Melchor Arteaga conoció la cuidad perdida de los Incas y llevó hasta ella a un extranjero arqueólogo de la Universidad de Yale EEUU quien pidiera lo condujese hasta la ciudadela perdida de los Incas.
El extranjero procedió a  saquear los tesoros encontrados en ella, adjudicándose luego el descubrimiento de Machu Picchu (en español: Cumbre Mayor) cuidad perdida de los Incas y hoy octava maravilla del mundo.
Tinka Kantuta (Flor de Capulí) nació como fruto de un pacto, fue prueba viviente de una traición y fin de una nación.
Hoy el pueblo mestizo de Perú “celebra” el centenario del “descubrimiento” de Macchu Picchu por el norteamericano Hiram Bingham.
Perú reclama al mundo la devolución de los tesoros saqueados a los Templos de los Incas así la princesa del final de los tiempos del Imperio Inca podrá descansar en su sueño eterno.




sábado, 20 de agosto de 2011

PROFESIONALES por LUIS GOREN


Iba solo; la calle arbolada, tenía el suelo alfombrado de charcos de luz de luna y de sombras. Por estos últimos me deslizaba, confundido en los claros de luna como una sombra mas de los árboles. En mi oficio todas las precauciones son pocas.
         Tenía un contrato que cumplir; había recibido el sobre con las fotografías correspondientes del objetivo, el domicilio, y, lo mas importante, el 50% de anticipo como se estila en estos tipos de trabajo. Y no sabía que hacer.
         El blanco era la mujer con la cual vivía, y por lo que habíamos acordado, ninguno de los dos tenía la menor idea de cual era la profesión del otro; era un tema tabú, que nunca mencionábamos.
         Entré a casa. La miré y me sonrió; cuando nos besamos, sentí el pinchazo en el brazo, y mientras la apuñaleaba, me miró y me dijo: perdoname, el negocio es el negocio. No le pude contestar, el veneno me había paralizado.
         No se pudo determinar quien murió primero.

viernes, 19 de agosto de 2011

AMOR SIN LÌMITES por TOLO BINDER


El sedan negro subió a la vereda de punta ante aquella elegante casa del barrio alto de la ciudad. Los cuatro matones se abrieron en abanico a ambos lados de la puerta, con la mano en la sobaquera previendo cualquier contingencia. Al oír el ruido Américo Panduccio (el gitano) dueño de casa, además de todas las chatarrerías del lugar, salió a la calle.
Ya para entonces con el lugar asegurado, Chicho chico, había bajado del coche. Cuando la puerta se abrió de un empujón apartó al gitano y se introdujo en la casa, seguido de “Viruela” y “el Tarta” dos osos de un metro ochenta de altura, que no lo abandonaban ni a sol ni a sombra.
Américo trató de protestar, pero Viruela, ante una seña de Chicho le cruzó la cara de un cachetazo y lo hizo caer sobre uno de los sillones. Ante tal escándalo Dora entró a la habitación y al ver la situación empezó a proferir gritos que fueron acallados por dos puñetazos del Tarta, que sangrando copiosamente la dejaron tirada sobre la piel de leopardo que oficiaba de alfombra.
--Gitano, te advertí varias veces que no interfirieras en la relación entre Nora, tu hija, y yo. Pero por lo visto vos sólo entendes de un modo. —
Trastabillando mientras se ponía de pie, el gitano le enrostró que fuera un capomafia, sanguinario, explotador y que el quería para su hija alguien que la elevara de esa turbia vida.
Mientras escuchaba, al mafioso se le encendía la ira y casi sin dejarlo terminar, cada uno de los matones amarró a una silla al gitano y a su mujer.
--Hoy soy un mafioso, par de hijos de puta, pero cuando necesitaron que les limpiara el camino de competencia, bien que me fueron a buscar.—
Acto seguido arrancándole la ropa a la mujer empezó a dibujar sobre su bien formado cuerpo alucinantes figuras con la punta encendida de su habano, el blanco cuello, los erguidos pechos, los rosados pezones y bajando hasta el monte de venus fueron objeto de su maldad, dando por terminada su tarea en la hermosa cara. No hicieron mella en él los desgarradores gritos de Dora y la desesperación de su marido, imposibilitado totalmente de intervenir, agravado todo esto por las lascivas miradas de los matones que festejaban con grotescas risotadas.
Una vez concluido con la mujer, Chicho se sirvió una abundante copa de whisky y el resto de la botella se la pasó a sus dos osos que entre sorbo y sorbo tiraban líquido sobre las quemaduras recién hechas, haciendo desesperar de dolor a Dora que a los pocos minutos terminó desmayándose.
--Gitano, esto es el comienzo, si tu hija no es para mí, no será para nadie.—
Empezó a caminar hacia la salida y sonriendo escuchó los gritos de Américo, ya que la misión de Viruela y el Tarta, era dejarle inservibles las piernas justo a él que era un deportista empedernido.
El coche arrancó raudamente, alejándose con la tranquilidad que otorga la impunidad que se consigue con dinero.
Chicho pensaba solamente en aquel momento si el collar de diamantes que hacia juego con la bella pulsera serian del agrado de Nora.

EL OMNIPRESENTE por GLADYS GOLDSZTEYN


Ella era tontita, aprovechaste y la violaste. Sentiste un enfermizo placer, que me repugnó hasta las vísceras. No te importó nada, ella sollozaba totalmente tensa, incapaz de reaccionar, perdida en el limbo de su nebulosa infranqueable. Decidí intervenir y hacer justicia por mano propia. Reduje tu insignificante figura y comencé la fiesta: Corté tu oreja, luego la otra, clavé alfileres en tus ojos, tus desgarrados gritos me trajeron a la razón, decidí clavarte por la boca el palo de beisbol que posaba en un rincón. Serruché tus dedos uno por uno y se los fui entregando a la “tontita” como trofeo. La sangre chorreaba por tu cara. Comencé el corte magistral apoyada en tu ingle, no sé si te desmayaste o ya estabas muerto; el perro comió doble ración ese día. Fue el trofeo más grande que guardaré en mi memoria. Ella jugaba con tus dedos, cantaba y reía, lamiendo la sangre que caía de ellos.

jueves, 18 de agosto de 2011

EL PLAN DE LA VENGANZA por GABRIELA SZUSTER


Ellos dicen que soy cruel, despiadado y no sé cuantas cosas más. Yo sé que soy un macho con los huevos bien puestos. Si es necesario gritar y por qué no repartir un par de cachetazos para que mis hijos me respeten, mi esposa me espere con la comida lista, la ropa lavada y planchada eso no me convierte en un monstruo, de ninguna manera. Eso solo muestra que sé hacerme respetar, que la gente sabe que cuando yo llego todo debe estar dispuesto. Hasta el perro me respeta, corriendo a esconderse abajo de la cama cuando me escucha llegar, después, claro de recibir unas cuantas patadas que le marcaron claramente quien es el amo.
Demás está decir que cuando estoy caliente mi esposa debe atenderme como corresponde, conmigo no va eso de " me duele la cabeza" o "hoy no que estoy cansada". A mí se me satisface cuando quiero y como quiero, para eso soy macho.

Siempre relegada, anulada, humillada. Cuando planee todo no imagine cuanto disfrutaría estar al mando. Fue todo tan natural que aun hoy me asombro.
Esa noche esperamos a Cacho, al igual que todas las noches, reunidos alrededor de la mesa en respetuoso silencio, como siempre exigía.
El Roberto lo sorprendió de atrás y el Pedro aprovecho para dormirlo. Cuando se despertó su asombro al verse atado a la silla e inmovilizado, esto
no le impidió gritar, amenazar e insultar como era su costumbre. Nosotros solo sonreímos, dejándolo comprender la situación. Fui a la cocina y traje el cuchillo que tenía preparado. Empalideció. Nos reímos a carcajadas. Comenzó a implorar cuando le conté lo que pensamos hacerle. Luego a llorar. Nada nos conmovió. El macho se cago encima. Roberto y Pedro sostenían fuertemente la mano mientras yo, con un golpe certero la hice volar por el aire. Sus alaridos se escucharon por todo el barrio, pero nadie vino a ver qué pasaba, ya estaban acostumbrados. Salvo el perro, que salió de abajo de la cama no queriéndose perder la fiesta aprovecho para ladrar y tirar tarascones. Luego corte la otra mano, y las dos piernas. La sangre que manchó las paredes quedó como un recuerdo, dibujando figuras grotescas e inconexas.
Lo dejamos solo, desangrándose, mientras nosotros nos fuimos a comer afuera, libres por primera vez.