El sol se escondía detras de las montañas, acompañado por una guardia de honor de nubes, que como a propósito habían sido traídas por el viento, para darle un colorido especial al acontecimiento; y a medida que el sol desaparecía, las nubes cambiaban su vestimenta de colores a cual mas brillante, por ropajes que abarcaban todos los tonos de gris, desde el más claro al más oscuro, hasta perderse en la negrura de la noche, noche que envolvía todo, sin dejar ver ni siquiera una estrella.
Así sucede a veces en la vida; una persona va caminando por un camino gris, opaco, todo tristeza cuando de pronto aparece otra persona, que cual sol luminoso, la enciende, le transmite todo el color de la vida ascendente, de la vida plena. Y esta persona, siente en sí misma, cómo el viento le trae las nubes bañadas de colores, que iluminan el camino, que de gris y opaco, se convierte en un brillante arco iris. Es que esta persona, ha encontrado el AMOR.
Y a veces ocurre, que el luminoso amor, perdura y se renueva en la pareja por toda la vida, y ese atardecer luminoso, que si bien pierde un poco de brillo, gana con la calma que se produce cuando el viento deja de soplar, y permite a las nubes continuar brindando sus colores. Pero otras veces sucede, que el viento en lugar de calmarse, arrecia, se lleva las nubes de colores y trae grandes nubarrones grises, que ocultan al sol, el cual se siente desamparado, y se esconde provocando esa noche negra y sin siquiera una estrella. Y eso es lo que siente la persona que perdió el amor. Un ocaso en su vida.Y no hay nada mas triste que una vida opaca, amarga, una vida sin amor.
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