sábado, 14 de abril de 2012

Pensamientos perdidos Luis Goren

Subí al tren para un viaje de alrededor de media hora, con la idea de aprovechar ese tiempo y pensar en algo que quería escribir; vi un asiento libre; me senté, y observé que en frente mío estaba sentado un señor correctamente vestido, cosa rara en los tiempos que corren; intenté esbozar una sonrisa, pero la seriedad con que me clavó la mirada me detuvo. Hay personas que parecen decir "no te acerques" cuando te miran.
          Miré por la ventanilla a los últimos pasajeros que se apresuraban, y el tren se puso en marcha; observé que el señor de enfrente, (así lo catalogué), no me sacaba los ojos de encima. Me resulta difícil definir o explicar su mirada: sin ser ofensiva, era insistente, y me tenía clavado como un entomólogo clava a un bicho en una maderita. No solamente eso, parecía decir: "mi intimidad es mía, no te atrevas a violarla".
          Lo que más me molestaba, era la insistencia con que me miraba, aunque sin dejar traslucir nada de lo que pensaba; no podía definir si me miraba a mi, o yo no existía para él, y simplemente tenía la mirada clavada en algún mundo personal, del cual yo no tenía ni noticia. También me extrañó la inmovilidad absoluta de que hacía gala; parecía que ni siquiera respiraba.
          Intenté hacerle desviar esa mirada, o al menos parpadear, pero me resultó imposible; y lo que al principio me resultó indiferente, comenzó a convertirse en algo bastante molesto, y lo peor de todo era que yo también tenía ahora clavados los ojos en los suyos, solamente que los míos eran un enorme signo de interrogación, mientras que los de este señor, seguían si expresar absolutamente nada.
          Como estaba llegando al final de mi corto recorrido, me levanté para dirigirme a la puerta del vagón y descender;  para ver si reaccionaba,  le pegué un empujón, parece que bastante violento,  porque lo derribé y al dar contra el suelo se rempió en mil pedazos.
          El enigmático "Señor de enfrente" ERA UN MUÑECO DE PORCELANA. 

1 comentario:

NANCY dijo...

Por lo menos, no te aburriste en aquel viaje. Espero que la proxima cuentes con mejor compañia.