sábado, 28 de agosto de 2010

NACER: QUE PROBLEMA! por Nelly Shejter



Estoy protegido/a, a buen resguardo. Todavía no es tiempo para para saber que seré. Esperare tranquilo/a y confiado/a. Mientras tanto estoy seguro/a que no tendré quejas por el trato: será bueno, mi futura mama me dará amor y mimos por medio de ella, también mi futuro papa.
_”Nadie duda del buen termino de este embarazo”, ella me lo dice todos los días cuando se mira al espejo, de perfil, mientras me acaricia a través  de su vientre redondeado.
De todos modos será una gran espera, habrá que armarse de paciencia… Pasaron meses, hoy tenemos cita para la ecografía, ¿podré saber si seré “el” o “ella”? Mama prefiere nena, papa varón. Bueno, D’s dirá.
Primera gran noticia ¡baldazo de agua!, seremos dos y lo mas interesante es que dejaremos contentos a todos; nuestra futura abuela ya sabe que tendrá que tejer doble y a dos colores…
Desde hace un tiempo los dos estamos tan apurados por salir, que nos turnamos para patalear, pues queremos compartir con nuestra futura familia lo bueno y malo de la vida.
Varias veces dimos falsos anuncios, creo que allá afuera los llaman contracciones. Sirvieron para aumentar la exageración de mimos; sin embargo parece que mama seta preocupada ¿por que será?  Presiento algo malo. Bueno, dicen que hay que apurar los malos tragos así que, a la lucha, hermanita es tu turno primero.
Segunda grandísima noticia ¡otro baldazo de agua, pero esta ves hirviendo! Nacimos: primero ella y luego yo, o sea que seré ¡el mayor! Hasta aquí nada terrible ni anormal.
El problema (que digo: drama, que digo: tragedia). Reside en otro punto que quizá no comprenda hasta después de nacer y llegar a la madurez. Después de la palmadita de rigor, ambos largamos nuestro primer chillido. Nos llevaron a cama de mama, que sonreía feliz. Mas cuando nos vio tuvo una expresión rara; papa se acerco y apenas nos puso cara de ogro, ¿por que?. No la beso, no quiso tenernos en brazos, se fue enojado y dio un portazo, al punto que le llamaron la atención:
­_ “Caballero, esa no es forma de demostrar su alegría”.
_ “Señor Alegre, estamos en el sanatorio”.
Vinieron los abuelos, ellos también están enojados, mas allá de la alegría por nuestra llegada, lo demuestran de otro modo, hablan con mama con palabras raras: traición, fraude, mentira, cuernos, adulterio, pareja de a tres, decepción, vergüenza, guachos, hijos del diablo.
¡Bingo! Nuestro papa, quiero decir el “esposo de mama” es de piel oscura y cabello negro como el carbón, nosotros, los recién nacidos somos de piel rosada, llenos de pecas y pelo rojizo. Para peor ambos tenemos dos lunares en la misma pierna (ni mama ni su esposo los tienen y durante el embarazo no hubo antojos)
¿Que será eso del “tercero en discordia”?
Empezamos mal a vivir, hermanita…

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