miércoles, 8 de diciembre de 2010

RUTINA DE OFICINA RUTINA DE VIDA por EMILIO FELER



El viernes el gerente lo llamó y le comunicó que desde el primero del mes siguiente, que era el lunes próximo lo ascendieron a jefe de unidad, con responsabilidad sobre ocho empleados. Además le dijo que su sueldo básico seria incrementado en un 4.3 %, mientras que el promedio que le correspondería por eficiencia y participación en las utilidades, seria aumentado en un 7.2 %. A las seis con exactitud, abandonó la oficina y se sentó a disfrutar el café con coñac de los viernes a la tarde. El mozo de siempre al que le costaba saludar, pues era un inculto, lo vio desde la otra punta y encargó el eterno pedido. El tráfico se había calmado un poco, por lo que bajó al subte, que aun estaba repleto. Con el aumento pensó, me daré el lujo de tomar de vez en cuando un taxi. Viajar en subte metido entre esa masa olorosa, le causaba nauseas. Todos tan iguales y uniformes. En Lacroze, se pasó al tren que lo traía y llevaba todos los días a Martín Coronado. Llegó a su casa, donde no había nadie. Recordó que su mujer le había dicho que iría a visitar a sus suegros. Se tendría que hacer el café solo, y quizás preparar la cena, pero a cambio nadie lo molestaría. El sábado, como todos los sábados, se fue al centro de San Martín, donde había un lustrabotas que le dejaba brillantes los zapatos(a veces llevaba mas de un par aparte de los puestos). De vuelta entró al súper del barrio, con la lista de compras, y se hizo enviar los productos a casa.
El resto del sábado como el domingo fueron calcos de todos los fines de semana. El lunes se asombró al ver que el gerente había llegado, y no solo eso, sino que lo llamó de inmediato. Hay problemas, le dijo. Los presupuestos de ventas están un 5 % debajo de lo proyectado, y los de gastos un 3.5% arriba. Hay que bajar gastos, por lo menos un 10 % en cada sección para compensar la situación. Eso significa le agrego que tenés que desprenderte de uno de tus empleados y no me importa quien. El Director me dijo, que el que no puede arreglarse, esta de mas y no quisiera que fuera tu caso finalizó. Se sentó en su despacho a pensar, a quien mandar a la casa. Todos menos la secretaria trabajaban muy pesado. Pero con la secretaria tenía otros planes, que se evaporaron en un click. Querés un café le preguntó la próxima a ser ex secretaria. No, le contestó, y sentate que tenemos que hablar.

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