jueves, 18 de marzo de 2010

DIÁLOGO por Sara Rawicz


 -Yo,soy el sol de la casa.
 -Bah, no se qué aires te das, con esa piel rugosa y llena de poros abiertos. Yo, la tengo lisa y tersa.
 -Mirá quien habla; siempre roja, con vergüenza de algún oculto pecado; y se cree princesa porque tiene coronita.
-¡Que ácida que sos¡
 -Querida, dulce como un caramelo no soy; pero…encontrarás en mi, todos los matices del sabor, desde la acidez a la dulzura.
 -No sé de que hablás, si hasta tu perfume, es ácido.
-Es verdad; es un arma de defensa, cuando me lastiman,yo salpico con mi    acidez. Pero en el pasado, fui una hermosa y aromática flor; tanto, que las novias me preferían para sus ramos el día de la boda.
 -Nuestra vida es tan breve, que no tiene sentido perderla en discusiones.
-Tenés razón, a vos, te atacan con mordiscos; a mí me despellejan, luego me acarician, pues ya me encuentran suave; pero ellos continuan, hasta que me dejan sólo con una piel muy finita, para luego desmembrarme y atacarme. Yo les opongo resistencia, que no les resulte fácil morderme, pero ellos ganan y yo les brindo mi pulpa y mi néctar, igual, que cuando me exprimen el alma.
-Compañera, nuestros destinos son similares y correrán la misma suerte. Allí veo a la señora de la casa con la licuadora.
-Adiós amiga, hasta la próxima reencarnación.

La consigna era aplicar la técnica de la VISUALIZACIÓN:

Piensen en una naranja con los cinco sentidos:





* Vista. Apariencia externa de la naranja. Ver su color, su forma, su tamaño, detenerse a mirar su piel. Fijarse en los detalles. También en el aspecto de la naranja por dentro, cómo es el interior de la cáscara y cómo es la naranja en sí.





* Oído. Pensar en el ruido al quitar la cáscara de la naranja y luego en el de la separación de los gajos, también en el leve ruido que se produce al morder los gajos.





* Olfato. Traer a la memoria el aroma sutil que desprende la fruta antes de ser pelada, y después el olor más intenso cuando es partida. Tratar de captar el aroma de un jugo.

* Gusto. Paladear su sabor, antes y después de ser mordida. También recordar el sabor del zumo y el de un caramelo. ¿Percibís diferencias entre los sabores?

* Tacto. Palpar la cáscara y notar la diferencia entre el interior y el exterior. Prestar atención también al tacto de los gajos, a la delicada fina capa de la piel. Sentir el contacto de los gajos con los labios.

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